mayo 04, 2012

Libro del mes: La pequeña Dorrit, de Charles Dickens

La biblioteca del IES Vallecas Magerit, El Libro de Tiza, está de enhorabuena. El motivo no es otro que la incorporación al catálogo de un libro exquisito, tanto por sus contenidos como por la labor editorial que lleva su preparación: La pequeña Dorrit, novela de Charles Dickens. Desde aquí expresamos nuestro agradecimiento a la editorial Alba y a Ismael Attrache y Carmen Francí por tan estupendo regalo.

Cubierta de La pequeña Dorrit. (Ed. Alba. Clásica Maior)
Con motivo del bicentenario de Charles Dickens, la editorial Alba ha reeditado algunos textos de Dickens, como La señora Lirriper, Una casa en alquiler, Oliver Twist, Estampas de Italia o David Copperfield, por poner algunos ejemplos, pero la joya de la colección es La pequeña Dorrit. Como nos contaron Ismael y Carmen en su charla, esta novela era difícil de encontrar y no contaba con buenas traducciones al castellano, pues algunas de ellas son meras adaptaciones que mutilan la obra original, por lo que la iniciativa de publicar una nueva traducción que trasladara con rigor la complejidad de la novela es, sin duda, un acierto.
Un compendio monumental de su destreza narrativa, de su ingenio cómico y de su talento inigualable para crear ambientes y personajes. 
La pequeña Dorrit es una oportunidad estupenda para disfrutar de la magia de una obra maestra, leyendo a uno de los mejores escritores de la literatura universal, donde Dickens se emplea a fondo para crear una lectura fresca y al mismo tiempo de gran profundidad humana. Con pocos trazos, Dickens pinta un amplio fresco de personajes, tragicómicos como la vida misma pero que no pasan inadvertidos, y saca a la palestra el espíritu de una sociedad en un momento dado, criticando el desprecio de las clases altas hacia los desfavorecidos, la incapacidad de la sociedad británica para reconocer el talento individual, la seguridad de los trabajadores o la incompetente e innecesaria burocracia de la Hacienda británica. Del mismo modo, se ofrece una visión esperpéntica del sistema judicial, particularmente del penal, ya que buena parte de la historia transcurre en la Marshalsea, una prisión inglesa para penados por deudas que existió realmente y que Dickens conocía muy bien, ya que allí tuvo que ir a visitar a su padre John en 1824. Finalmente, el aspecto exterior del libro es magnífico, con una encuadernación de lujo y una cubierta preciosa.

Lo dicho, un lujo.

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